martes, 7 de mayo de 2013
Los seres humanos, desde pequeños, van adquiriendo hábitos y conductas que poco a poco integran lo que será su estilo de vida. Es muy importante promover en todas las etapas de la vida, la adopción de hábitos que los lleven a construir estilos de vida saludables, de los cuales forman parte: una alimentación correcta, descanso, 60 minutos de actividad física los niños y 30 minutos los adultos, actividades recreativas, responsabilidad personal, una actitud mental positiva, hábitos de higiene y prevención, y cuidado del ambiente. El testimonio de vida saludable y la formación que promueva el adulto son las herramientas que le permitirán optar por prácticas favorables de salud.
El autocuidado tiene dos vertientes: individual y colectiva. La individual se refiere a aquellas conductas encaminadas a lograr una mejor calidad de vida; por ejemplo, cuando una persona elige no fumar. La vertiente colectiva es propia de grupos, familias y comunidades, y va dirigida tanto al cuidado de la persona, como al del grupo al que pertenece; por ejemplo, una madre que elabora platillos saludables para ofrecer a su familia. La calidad de vida que cada uno pueda disfrutar en los años por venir depende de la propia decisión de hacerlo bien ahora.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario